jueves, 22 de noviembre de 2007

Qué importa Alicia

No voy a hablar de Alicia porque en realidad no sé nada sobre ella. La conozco, sí, pero lo que podría decir a partir de nuestros encuentros no serían más que pequeñeces, obviedades, anécdotas triviales que no se corresponderían con la magnitud de todo lo que ha sucedido en los momentos en que no nos veíamos.
De lo que voy a hablar es de mí, y de cómo me he quedado tan desamparada. Es cierto que Alicia lo ha originado todo, pero eso no es lo importante. Qué importa Alicia. Es la ausencia dolorosa que me aterra ante esta pantalla lo único que puedo admitir.
Alicia es alguien, y eso es una verdad irrefutable. Fue ella quien me dio aquel pedazo de papel con la dirección, eso también es cierto. Y no menos cierto es que todo lo que encontré en aquel "blog" sobrepasaba cualquier expectativa, cualquier idea preconcebida, sobrepasaba mi capacidad de absorción, sobrepasaba a la misma Alicia, por mucho que fuese ella la que había escrito todo aquello. De acuerdo, sí, escrito por Alicia, pero qué importaba Alicia. Todas aquellas palabras, enlazándose de mil maneras impensables, dibujando significados ocultos bajo otros significados, pintando vidas desconocidas de tantos colores y brillos que llegaban a reflejar la mía propia, esparciendo dolores y euforias que penetraban las yemas de mis dedos... Era un "blog", pero respiraba. Sólo eran palabras, pero estaban vivas, me veían, me tocaban. Podía pasarme horas, días, empapada de sus textos, temblando, envenenándome y purgando mis ansias, flotando sustraída en su universo. Hasta me dio igual que un día Alicia dejara de escribir. Yo volvía a leer una y otra vez todos sus escritos, hallando nuevos alcances en cada línea, declaraciones insólitas que me habían pasado desapercibidas la primera vez, tambaleante de conmoción, de pasmo, de espasmos y de orgasmos.
Aquel día pensé que me fallaba la conexión. Pero no. No me importan los motivos por los que lo hizo. Ya lo he dicho, no importa Alicia. Sólo que su blog ya no está. Sólo que yo estoy sola. Sólo que siento físicamente sobre mi piel la falta de las caricias de aquella creación. Alicia me lo quiso explicar, pero yo no la oía. No sé quién eres tú y no comprendo tus palabras. Se ha ido. Me ha dejado. Y NADA MÁS.

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